Es difícil encontrar una cadena de fósiles que explique perfectamente el proceso evolutivo que lleva hasta una determinada especie actual, pues el registro fósil no es perfecto; sin embargo, disponemos de algunas series continuas que permiten seguir la evolución de alguna especie. Un ejemplo clásico es el registro fósil del caballo, que permite seguir los cambios anatómicos sufridos desde un animal del tamaño de un perro con cuatro dedos en sus patas, hasta el actual, de gran estatura y con un solo dedo en cada pata.
Otras veces se encuentran fósiles de formas intermedias entre dos grupos de seres vivos. El Archaeopteryx es un ave cuyas plumas son perfectamente visibles, pero con dientes en su pico y garras de reptil en sus alas.
Pruebas moleculares: se basan en el estudio comparado de la estructura de los órganos. Dos organismos están emparentados si sus órganos han tenido el mismo origen embrionario, lo que s refleja en una estructura interna semejante, aunque tenga forma diferente. Un ejemplo clásico son los Órganos homólogos y los Órganos análogos
2 comentarios:
Tienes que ver cómo quedan las entradas antes de dejarlas publicadas definitivamente. No se lee nada.
Te falta la última entrada, la 12 y te sigue faltando la Nº 5, acuérdate que sólo tienes hasta el viernes para presentarlas.
Publicar un comentario